En algunos países árabes se toman el mundo de la arquitectura muy en serio hasta el punto de dedicarse a crear auténticas edificaciones titánicas que baten récords mundiales. Tal es el ejemplo del Burj Al Arab de Dubai que no solo es uno de los más altos del mundo, sino que además dispone de la pista de tenis situada a más altura del suelo.
La altura del edificio es de 321 metros y la pista de tenis está situada cerca de su cima, así que puedes imaginar que no es apta para aquellos que sufren de vértigo ni tampoco vas a poder utilizarla los días en los que sople el viento. Como ventaja extra, para aprovechar la plataforma además la utilizan también como helipuerto.
Si crees que se trata de solo un proyecto no es así, se trata de una pista funcional y detrás del salto puedes ver dar unos raquetazos a Andre Agassi y Roger Federer en un partido de altura literalmente hablando.
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